Eulàlia Garcia Valls EN RESiDENCiA en el Instituto Escuela Antaviana

Presentarse y presentar la cuestión: el sonido

Las primeras sesiones empiezan con preguntas sobre el sonido y el silencio. También sobre oír y escuchar... Se hace presente con las reflexiones que los sonidos no se tienen en cuenta cuando hablamos de lo que hay en un espacio, pero en cambio son muy determinantes y a menudo muy presentes. También se destaca la preponderancia de lo visual en relación con lo sonoro.

Salir para escuchar, salir para registrar

Se hace una primera salida para escuchar sonidos. Es una salida hasta la Torre del Baró, en la que se pasa por espacios muy conocidos, pero que se descubren desde un lugar totalmente nuevo: la escucha y la atención al sonido. Al acabar la sesión se reflexiona sobre el gran descubrimiento que ha supuesto este recorrido. Al cabo de unos días, se vuelve a hacer la misma ruta para registrar algunos sonidos, con grabadoras y auriculares. La salida permite registrar los sonidos que se habían identificado, pero también buscar otros nuevos o incluso crearlos. Estas salidas para registrar sonidos se irán haciendo, primero, en el barrio y, en un segundo momento, dentro del centro educativo.

¡Escuchar y describir!

Posteriormente a las sesiones de registro, sesiones de descarga y ordenación de los archivos. También de escucha y reflexión. Las libretas son el espacio para las reflexiones escritas.

Preparar la sesión de profesores con los materiales generados

Después de haber realizado un buen archivo de los registros, se decide crear un itinerario sonoro por el instituto en el que los asistentes pasen por diferentes puntos. En cada punto, se podrán escuchar unos sonidos, se comentarán y finalmente se escribirán sensaciones, palabras asociadas y otros pensamientos. Se presenta a todo el profesorado del centro y también al alumnado, organizado por turnos.

Otras formas: el dibujo y una visita a Hangar

Se organizan dos sesiones muy diferentes para vincular el sonido con lo visual, puesto que hasta ahora se había hecho mucho énfasis en desplazar lo visual. Una primera sesión de escucha de sonidos para dibujar y trazar en grandes hojas de papel. Una segunda sesión en Hangar que, a la hora de conocer y visitar los diferentes espacios de creación, se realiza un taller con Arnau Sala. En el taller se vincula el dibujo con las ‘ondas’ sonoras y las distorsiones que pueden aplicarse al sonido en el momento de la edición.

Concebir un itinerario, nuevos equipos de grabación y un colaborador

El doble sentido que tiene en catalán el verbo ‘sentir’ (auditiva y emocionalmente) será el eje de la propuesta final. Crear un itinerario sonoro para proponer al visitante y hacerle ‘sentir’ sonidos y también sensaciones que el grupo de alumnos vincula con su instituto. Así, se realizan unas sesiones para concebir y ordenar estos diferentes entornos sonoros y al mismo tiempo se empieza a colaborar con el técnico de sonido Adrià Martí Comas. A partir del croquis del Espacio 2 de la Galería Àngels Barcelona (donde se acaba presentando el proyecto final) se diseña la secuenciación de los sonidos. También se llevan a cabo pequeñas sesiones de grabación para complementar sonidos que faltan en el itinerario concebido.

Montar e instalar

La semana previa a la presentación se dedica al montaje de toda la instalación sonora. A partir del boceto que han elaborado Eulàlia Garcia Valls y Arnau Martí Comas, el grupo de alumnos comenta, modifica, modula. Una vez cerrada la distribución en el espacio, se realiza propiamente el montaje en sala de los altavoces y de nuevas grabadoras que registrarán el sonido de los días que la instalación estará abierta al público.