Alfredo Costa-Monteiro EN RESiDENCiA en el Instituto Joan Salvat-Papasseit

Mi proyecto para EN RESiDENCiA se desarrollará principalmente en torno a la escucha activa y su recepción. Escucha activa del hecho sonoro, que implica al cuerpo pero también a la mente, en un proceso de captación de sensaciones y por extensión, de pensamientos.

En unas primeras sesiones, nos acercaremos a ciertas formas de arte experimental en las que el sonido está muy presente. En muchas situaciones en el arte contemporáneo, se utiliza entornos visuales porque el sonido todavía sufre de un déficit a nuestra percepción e innegablemente debemos llegar a la constatación de que el sonido solo crea indiferencia, incomodidad o incluso puede llegar a asustar.

Nos adentraremos en un mundo de formas que seguramente para la mayoría serán inauditas y extrañas, pero precisamente el objetivo de estas escuchas es acercarnos a esa extrañeza.

Después de varias sesiones y dependiendo de la recepción de los alumnos, pasaremos a una parte más práctica, que será la producción sonora. Esta escucha activa de la que hablábamos antes se hará mucho más efectiva si cada uno produce lo que debería escuchar. Y, en un contexto de colectividad, si se escucha lo que produzcan los y las demás. Se hará una presentación de un dispositivo de producción sonora que consistirá en objetos amplificados (objetos cotidianos a los que se añaden micros de contacto, todo tipo de muelles, pequeños motores que excitan objetos, etc.).

La estrategia de fondo es hacer que cada participante tenga conciencia de su entorno más inmediato (sonoro, pero también visual), haciendo trabajar su imaginación para que identifiquen pequeños objetos cotidianos como objetos potencialmente sonoros que ellos y ellas tendrán que hacer sonar. Aprender de nuevo a escuchar y mirar lo que nos rodea es recrear otra dimensión dentro de una realidad a veces demasiado condicionada por herramientas tecnológicas que no favorecen o empobrecen la creatividad. Intentaremos entender las cosas mismas, es decir, entender sin prejuicios, en forma de teoría y conocimiento previos que puedan influir en su interpretación.

A través del sonido, valoraremos más la experiencia vivida que la explicación, desarrollaremos la subjetividad y la convivencia en el grupo, gracias a conversaciones en profundidad. Analizaremos la parte más esencial de cada objeto dándole un nuevo estatus y una nueva función: todo esto nos llevará hacia el descubrimiento, desarrollado por una especie de fenomenología sonora de lo cotidiano.