Jun 19

‘Fuga sonora. Obertura’

Se presenta la pieza audiovisual de Anna Dot EN RESiDÈNCiA en el Instituto Maria Espinalt, la sinfonía del confinamiento

El pasado 10 de junio, coincidiendo con la reapertura del Museu Nacional d’Art de Catalunya después de casi tres meses de clausura, la artista y docente Anna Dot y el alumnado participante en su residencia en el Instituto Maria Espinalt presentaron el resultado del proceso de creación desarrollado a lo largo del curso 2019-2020. Un proceso, como el resto, iniciado de manera presencial y adaptado más tarde a la distancia impuesta por el COVID-19. Sin embargo, esta circunstancia excepcional ha dado pie a Fuga sonora. Obertura, un trabajo que recoge el paisaje sonoro del entorno doméstico y lo libera en uno de los grandes equipamientos museísticos de la ciudad: el Museu Nacional.

Sonidos en la Sala Oval

La Sala Oval, coronada por la inmensa cúpula del Palau Nacional, aportó espectacularidad a un momento íntimo y, al mismo tiempo, histórico, el momento en el que el museo de Montjuïc recibía a los primeros visitantes después del confinamiento. Unos visitantes que, por su parte, eran también los creadores y creadoras de Fuga sonora. Obertura, una intervención artística que reproducía los sonidos del encierro: desde el pitido de un despertador al ruido del agua del grifo o las voces que, durante tantas semanas, no se habían oído en las salas del recinto. Sonidos grabados por el grupo de alumnos y alumnas del Maria Espinalt en sus casas, y que en la Sala Oval se mezclaron con la megafonía, con expresiones de sorpresa o de admiración de los y las jóvenes o con una música de fondo que parecía versionar viejos temas de los Beatles.

La presentación tuvo su continuación en el blog de la residencia, espacio donde podemos ver el audiovisual de la reapertura del Museu Nacional. Del mismo modo que las imágenes nos llevan, primero, a las entrañas del recinto –los  almacenes del museo–, a recorrer a continuación los pasillos, las salas y el vestíbulo y, al fin, a salir al exterior, los sonidos del interior se van diluyendo a medida que nos acercamos virtualmente hacia las puertas de salida. Y, cuando las cruzamos, aparecen otros sonidos, los de la ciudad. En el blog encontraréis las diferentes sesiones que condujeron a esta creación.

La residencia de Anna Dot en el Instituto Maria Espinalt ha sido comisariada y coordinada por la Associació A Bao A Qu y el Museu Nacional d’Art de Catalunya.