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EN RESiDÈNCIA, con voz propia en “Aprendanza20"

Participación en el debate abierto por LÓVA sobre la creación contemporánea en contexto educativo en tiempos de pandemia

El pasado 27 de noviembre, varios agentes del ámbito educativo y artístico de todo el territorio peninsular se encontraron alrededor de una mesa de trabajo virtual para reflexionar sobre el valor de las prácticas artísticas en el entorno educativo. ‘¿Y ahora? ¿Cómo nos lo bailamos?’, fue el título de la conversación, en el marco del proyecto “Aprendanza” impulsado por LÓVA –una asociación dedicada a conectar a docentes y profesionales de la gestión cultural y artística para dialogar sobre los retos actuales de la educación–, un acto que contó con la participación de Carles Giner, director de EN RESiDÈNCIA.

“Lo que propusimos en 2009, al iniciar el programa, fue modificar –entre otros elementos– la relación espacio-tiempo habitual en el instituto, para propiciar un clima favorable a la creación contemporánea, a fin de crear un espacio para pensar’, dijo Giner para presentar EN RESiDÈNCIA. ‘Un espacio crítico para cuestionar sistemas y reflexionar sobre la ciudad, la memoria, la identidad y el cuerpo’.

La mesa redonda fue presentada y moderada por Laura Bañuelos, coordinadora de LÓVA. También intervinieron Eva Morales, integrante del colectivo Pedagogías Invisibles y coordinadora del nodo de Madrid de la Red Planea; Eugenia Monroy, profesora de secundaria (Madrid) y Leire Guezala, especialista en danza educativa en Londres. En la conversación se dio un especial protagonismo a la situación del cuerpo y de las prácticas de movimiento en las circunstancias actuales, que dificultan (cuando no impiden) el contacto físico, fundamental para estos lenguajes artísticos. Especialmente emotiva fue, en esta línea, la participación en directo de Adriana Elena Corral (alumna de 2º de Bachillerato de un instituto de Parla, Madrid), que compartió su poema “Abrazarse sin la piel”, creado en contexto de confinamiento.

La interrupción de las clases presenciales a consecuencia del confinamiento de la pasada primavera o las restricciones a que la sociedad debe hacer frente para evitar la extensión de la COVID-19 fueron motivo de debate, al que Carles Giner aportó la experiencia de EN RESiDÈNCiA. ‘El programa pudo reaccionar ante el confinamiento porque los procesos de creación que promueve son largos, se desarrollan durante diez meses, y el 14 de marzo, cuando cerraron los centros, ya se habían consolidado mucho los vínculos entre los diversos participantes (artistas, docentes, jóvenes estudiantes y equipos de mediación) y con los procesos de creación. Esto permitió seguir con los veintiún un procesos e, incluso, darles una nueva vida de manera presencial, a través de las resonancias realizadas durante el mes de octubre’. Sin embargo, la pandemia ha tenido y tiene otros efectos menos positivos en el desarrollo de prácticas culturales y artísticas: ‘Algunos centros se han cerrado a la hora de propiciar acciones y salidas a museos y otros equipamientos durante el proceso. Además, hemos constatado que la pandemia ha acentuado las desigualdades educativas, culturales y sociales entre los diversos barrios de la ciudad’.

Pensamiento, escucha y reparación

En el turno de preguntas, mientras otros participantes aportaban información sobre la actitud del alumnado adolescente ante el uso de la mascarilla o su desconocimiento del cuerpo, el director de EN RESiDÈNCiA abrió una nueva línea de reflexión: este nuevo contexto nos ha reforzado la convicción de que los procesos de creación se basan mucho en la escucha de uno mismo (del cuerpo, del pensamiento, del movimiento) y en la escucha del otro’. La creación de espacios para la escucha, como el que Aimar Pérez Galí, residente en el Instituto Menéndez y Pelayo (6ª edición, 2014-2015), propuso al alumnado antes de cada sesión de trabajo, es tan importante como el contacto o el movimiento para descubrir el propio cuerpo. Es el mismo tipo de situaciones que proponen (ya en la actual edición) Raquel Friera y Xavier Bassas EN RESiDÈNCiA en el Instituto Poeta Maragall.

Giner cerró su participación recordando otra de las funciones de las prácticas artísticas en las aulas en tiempos de pandemia. ‘Muchos creadores de la actual edición de EN RESiDÈNCiA han partido de la idea de reparación para empezar los procesos de creación. De la idea de reparar algo que nos ha causado dolor’, en referencia a la enfermedad, a su impacto o, en algunos casos, a la pérdida de personas cercanas. Por ejemplo, Svantje Bußhoff EN RESiDENCiA en el Instituto Vall d'Hebron, está proponiendo a los alumnos y alumnas ampliar el sentido de la acción de reparar, también de la mano de los vínculos de su proceso de creación con los equipos del Museu Nacional d’Art de Catalunya.

Podéis revisar la conversación ‘¿Y ahora? ¿Cómo nos lo bailamos?’ en este enlace.